Mediante una correcta alimentación el ser humano puede
influir de manera determinante sobre su salud, su capacidad
de rendimiento y su esperanza de vida.
El ser humano, como todo ser vivo, necesita materiales con
los que construir o reparar su propio organismo, energía
para hacerlo funcionar, y reguladores que controlen ese
proceso. Para conseguirlo debe proporcionar a su cuerpo las
sustancias requeridas, lo que se hace posible mediante la
alimentación.
Se define como alimentación el conjunto de acciones que
permiten introducir en el organismo humano los alimentos,
o fuentes de las materias primas que precisa obtener, para
llevar a cabo sus funciones vitales. La alimentación incluye
varias etapas: Selección, Preparación e Ingestión de los
alimentos. Consiste en un proceso voluntario.
La nutrición en cambio, es el conjunto de procesos
involuntarios mediante los cuales el cuerpo humano
incorpora, transforma y utiliza los nutrientes suministrados
con los alimentos, para realizar sus funciones vitales. La
nutrición incluye: Digestión de los alimentos, Absorción y
Metabolismo de los nutrientes asimilados, y Excreción de
los desechos no absorbidos y de los resultantes del
metabolismo celular.
Por ser involuntaria y ocurrir después de la ingestión de los
alimentos, la nutrición dependerá de la calidad de la
alimentación, de allí que es muy importante que la
alimentación sea sana.